Hay días que marcan un antes y un después. Y para Mosgourmet, aquel 20 de abril en la terraza del Hotel AH Ágora de Cáceres fue uno de ellos. Un día en el que dejamos de estar solo detrás de las pantallas y saltamos al ruedo –nunca mejor dicho– frente a medios, invitados y profesionales del sector gastronómico. Un showcooking en directo, de los de verdad, con el chef José Ramón Redondo como padrino y guía, y el Queso de Ibores como protagonista indiscutible.

Una sartén como plaza de toros

No fue casualidad el cartel que diseñamos para anunciar el evento: una sartén en forma de plaza de toros, porque así lo sentimos. Nos daban «la alternativa», como en la tauromaquia. Por primera vez, Mosgourmet salía al escenario real. Y sí, estábamos ilusionados… y temblando.

Participar en este showcooking fue posible gracias a la Denominación de Origen Queso de Ibores, que pensó en nosotros para representar su producto durante las jornadas de abril de la Capitalidad Gastronómica de Cáceres. Solo podemos estar agradecidos por la confianza.

Del blog al escenario: así lo vivimos

Recuerdo perfectamente esos primeros días de abril: la mezcla de emoción y vértigo, la sensación de que algo grande se estaba gestando. Teníamos claro que queríamos ofrecer algo especial. No solo recetas, sino una experiencia. Por eso nos pusimos a imaginar, a experimentar, a probar combinaciones de ingredientes y emplatados que hicieran justicia al protagonista del evento.

El 15 de abril pisamos por primera vez el lugar del showcooking: una terraza con vistas espectaculares de Cáceres. Fue ahí donde nos reunimos con el chef José Ramón Redondo y el director del hotel, Jorge Sánchez, para perfilar los detalles. Concretamos los tres platos, elegimos ingredientes (¡descubrí la pamplina!) y comenzó la cuenta atrás.

Preparativos, fogones y nervios

El 18 de abril fue el ensayo general. Entre fogones, José Ramón desplegó todo su arte y técnica. Fue increíble verlo trabajar con tanta precisión. Definimos los emplatados, afinamos salsas, jugamos con sabores y texturas. La pamplina, el vodka, los piñones tostados… todo debía estar en su punto. Yo aprendí, disfruté y también me impliqué, opinando y aportando hasta encontrar el equilibrio deseado.

Y llegó el día.

El 20 de abril: luces, cámaras y cocina

A las 10:00 de la mañana ya estábamos en el Hotel AH Ágora. A esa hora, la terraza todavía era silencio. Pero sabíamos que en pocas horas estaría llena de curiosos, invitados y medios. Como en los grandes momentos, los nervios afloraban, pero el chef supo transmitirme calma. Juntos, comenzamos a preparar los ingredientes y a organizar cada detalle.

A las 12:00 subimos todo al escenario. El ambiente era vibrante. Llegaron Javier Jiménez, Director Técnico de la D.O. Queso de Ibores, las compañeras de Cáceres Gastronómica (con una profesionalidad y calidez dignas de mención), y, poco a poco, el resto de invitados y periodistas.

Empezaron las entrevistas. Las cámaras, los micrófonos, las preguntas… Todo era nuevo para mí, pero también estimulante. El blog había dado el salto. Ya no era solo cocina casera compartida desde la intimidad, era ahora también presencia pública, representación y experiencia.

Cocina en vivo y sabor de nuestra tierra

El showcooking comenzó puntual. José Ramón explicaba y guiaba mientras yo acompañaba y aportaba en la elaboración de los platos, mientras los camareros del hotel servían pequeñas degustaciones al público.

Los tres platos giraban en torno al Queso de Ibores, ese producto artesano, intenso y lleno de carácter que tan bien representa a nuestra tierra.

Los platos que presentamos fueron:

  1. Ensalada de pamplinas con vinagreta de miel y piñones tostados.
    Fresca, delicada, sorprendente. Una combinación sencilla con un toque dulce y crujiente.
  2. Canelón de pimiento rojo relleno de Queso Ibores y crema de pimiento verde.
    Un plato que sorprendió por su suavidad, colores y equilibrio entre sabores intensos y vegetales.
  3. Crujiente de queso de cabra frito con mermelada de tomate y germinados.
    Un bocado potente, crujiente por fuera, meloso por dentro. Una fusión de tradición y creatividad.

Un día para recordar

A las 14:00 se daba por finalizado el evento. El nerviosismo se transformó en satisfacción. Lo habíamos hecho. Habíamos cocinado en directo, compartido nuestra visión gastronómica y defendido con orgullo los sabores de Cáceres.

Me quedé un rato haciendo fotos. De los platos, del equipo, del lugar. Fotos que hoy miro con orgullo porque reflejan lo que vivimos. Y también lo que aprendimos.

El showcooking fue mucho más que una actividad puntual. Fue una declaración de intenciones, una muestra de hasta dónde puede llegar un blog si hay trabajo, ilusión y colaboración. Desde aquí, gracias de corazón a la D.O. Queso de Ibores, al chef José Ramón Redondo y al equipo del Hotel AH Ágora.

Porque la cocina, como la vida, siempre sabe mejor cuando se comparte.

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